Desde que esta aventura comenzase el 9 de marzo de 2015 en Abu Dabi, han pasado 505 días para que el avión Solar Impulse II tomase tierra de nuevo en los Emiratos Árabes Unidos. Bertrand Piccard y André Borschberg han sido capaces de pilotar una nave alrededor del mundo propulsada únicamente por energía solar y sin necesidad de utilizar combustible fósil. Un avión de 2.300 kilogramos de peso que alcanza una velocidad de entre 45 y 55 kilómetros por hora y que puede sobrevolar alturas de 8.500 metros. Según sus pioneros, el objetivo de esta hazaña es demostrar que se puede viajar por el mundo impulsándote con energías limpias sin necesidad de contaminar el planeta. Un guiño también para que los gobiernos y sus industrias apuesten por este tipo de alternativas.
El viaje se inició en Abu Dabi y pasó por Omán, India, Myanmar, China, Japón, Estados Unidos, España y Egipto. En total 35.000 kilómetros recorridos en 17 etapas como si fuesen Phileas Fogg en la novela de Julio Verne “La vuelta al mundo en 80 días” y, al igual que el libro, también llenos de contratiempos. Tras despegar de Nagoya el 28 de junio de 2015 y volar durante casi cinco días hasta Hawai, la aeronave se vio obligada a tomarse un descanso. Las baterías habían sufrido daños irreversibles y la aventura tuvo que posponerse hasta el 21 de abril de 2016; sin embargo, los problemas continuaron…Piccard sufrió varios problemas de salud y una terrible ola de calor sobre Arabia Saudí dejó temperaturas superiores a los 45 grados lo que provocó que la aeronave necesitase más potencia para poder avanzar. Lógicamente, las condiciones climáticas han de ser las adecuadas ya que la máquina es muy sensible a estas circunstancias. Piccard y Borschberg han abierto la veda, solo queda actuar…
“El mundo va en la dirección equivocada. Estamos destruyendo el planeta, la naturaleza y los recursos naturales. Envenenamos a miles de niños que respiran el aire que no deberían. Debemos hacer las cosas diferente”, dice Piccard.